La pandemia de COVID-19 cambió al mundo. De nosotros depende decidir si este cambio fue positivo o negativo. A lo largo de estos dos años, todos experimentamos pérdidas de seres queridos, de rutinas, de libertad de movimiento o de ingresos. En el fondo, quedó claro que nada de lo que creemos que tenemos es realmente nuestro. Entendimos que todo es prestado en nuestro paso por la vida y todo es incierto, realmente siempre lo ha sido… aunque, a veces, lo olvidáramos.
Lo cierto es que durante 2020 y 2021 parece que el mundo se detuvo. Durante estos dos años, en la Fundación enfrentamos 3 crisis: 1) La crisis de salud del COVID-19, 2) La crisis económica desprendida del paro de actividades y las cadenas de suministro y 3) La crisis del desabasto de quimioterapias y medicamentos. Sin embargo, en VUELA lanzamos un llamado a la sociedad: #QueLaAyudaNoPare. Ese fue nuestro enfoque durante esta temporada tan distinta dentro de la historia de la humanidad.
A pesar de que era difícil ir al hospital, nuestros voluntarios encontraron la manera de conectar con los niños en sus casas o en sus internamientos a través de la tecnología. Además, cientos de personas, empresas, clientes y marcas respondieron a este llamado. Gracias a esto, nos llena de orgullo decir que pudimos enfocar todos nuestros esfuerzos en que no les faltara tratamiento a los 300 niños que atendemos y ¡lo logramos!.
Gracias a todas esas personas que sintieron el dolor, el miedo y el peligro de otros en carne propia, pudimos entregar medicamentos, despensas, juguetes y más beneficios a cada uno de los niños y niñas con cáncer de Fundación Vuela, a pesar de la situación tan difícil en la que nos encontrábamos.
De esto se ha tratado VUELA siempre: de ser una tenue luz en medio de la oscuridad. De entregar todo nuestro esfuerzo para cambiar la vida de los más necesitados y una crisis como la que vivimos nos lo vino a recordar. Espero que hayamos decidido hacer de este cambio una experiencia positiva.
Diego Parada Herrera
Presidente 2012-2022
CEO