Nuestra causa: Los niños con cáncer
Para Vuela, la causa de su objeto social es un fin y un medio a la vez:
- Un fin, en tanto que cada persona es única e irrepetible, y buscamos elevar su dignidad y calidad de vida.
- Un medio, en tanto que esa persona despierta en las demás, un deseo de ayudar y de dar lo mejor de sí.
El cáncer es un conjunto de enfermedades en las cuales el organismo produce un exceso de células malignas con crecimiento y división más allá de los límites normales.
Más allá de la explicación física, hay que entender que el cáncer no es una enfermedad que lastima solamente de manera física y únicamente al paciente. El cáncer y su tratamiento provocan en los pacientes un profundo dolor, no solamente físico, sino emocional por las etapas que se atraviesa con la enfermedad y con la curación. Es una verdadera prueba de vida. Además de esto, el cáncer afecta profundamente a las familias y grupos cercanos a los pacientes. Primero, porque se convierten en testigos de su sufrimiento y en segundo lugar, porque su estilo de vida se ve impactado de manera importante mientras el enfermo lucha contra el cáncer.
El costo y la larga duración del cáncer, pueden afectar a la familia a nivel físico, emocional, económico y social. El cáncer atenta contra la dignidad de las personas y eso no lo podemos permitir.
El cáncer es la primera causa de muerte por enfermedad en niños en nuestro país. Solo es superada por los accidentes.
Cada año, se detectan
casos nuevos, alcanzando 15,000 totales en todo México.
Sabemos curarlo:
En otros países, sobreviven al cáncer el 80% de los niños.
En México, solo sobrevive el
El costo anual de un tratamiento es de hasta
1.5 millones de pesos
cubiertos entre el INSABI, Fundaciones y pacientes.
Complicaciones en el cáncer
La edad promedio de diagnóstico de un niño con cáncer es de 6 años. En esta edad es difícil comprender el significado de una enfermedad y más de una tan complicada como el cáncer. La pobreza complica enormemente las condiciones de los niños con cáncer y sus familias. Por políticas en la mayoría de los hospitales, los familiares no pueden acompañar a los niños enfermos todo el tiempo.
Abandono del tratamiento
Aproximadamente, el 25% de los niños diagnosticados abandonan el tratamiento por distintas causas, entre las que se encuentran: falta de recursos económicos, miedo a los procedimientos, incredulidad, falta de apoyo por parte de la familia o comunidad. Esto se puede cambiar si acompañamos a los niños y sus familias y estamos profundamente atentos a sus necesidades, para acompañar su esfuerzo y sufrimiento, y así, a través del contacto humano, aliviarlo. Con acciones simples podemos hacer que estos momentos sean más fáciles de llevar.